lunes, 23 de diciembre de 2013

La justicia argentina condena a un laboratorio por abusar de la patente de un medicamento

La justicia ratificó una condena contra Sanofi Aventis por 15 millones de pesos por realizar “evergreening” contra la firma local Microsules. Según el fallo, la firma multinacional hizo “excesivo abuso” de las restricciones de patente de un fármaco oncológico que el laboratorio local quería producir.

La práctica conocida como “evergreening” es una maniobra que muchas farmacéuticas realizan para sostener en el tiempo las patentes de sus medicamentos. Si bien no es ilegal, hay un proyecto de ley en el Congreso nacional para limitar esta práctica, que afecta a muchos laboratorios locales que buscan fabricar versiones criollas de algunos fármacos. Ejemplo de este abuso es el largo litigio iniciado por una firma argentina contra filial de la multinacional Sanofi Aventis, que la justicia acaba de resolver con una dura multa contra la segunda compañía. Según el fallo, ratificado en segunda instancia, la firma abuso de una medida cautelar que no permitía fabricar un fármaco a nivel genérico. El laboratorio deberá pagar unos 15 millones de pesos en concepto de indemnización por el daño causado.

La sanción contra la filial nacional de Sanofi obliga a la firma a pagar a Microsules Argentina 15 millones de pesos más intereses por el abuso de la patente de un medicamento oncológico a base de docetaxel. El pago se fijó para “resarcir los perjuicios ocasionados por Aventis” por la medida cautelar impuesta en 2003 que le impidió al laboratorio producir una versión de ese fármaco.

“La actitud asumida por Aventis Pharma (nombre del laboratorio en ese momento, ahora transformado en Sanofi Aventis) en las actuaciones de referencia resultó ciertamente excesiva en la invocación del derecho conferido por el registro de la patente Nº 255.633”, determino el fallo, reproducido por el sitio Agogados.com.ar. El litigio se remonta a 2003, cuando la firma Microsules intentó sintetizar un medicamento a base de docetaxel, algo que fue objetado por Sanofi. La firma nacional informó que buscaba desarrollar su medicamento en base a docexatel anhidro, que en el país formaba parte del dominio público, y no de docetaxel trihidrato, objeto de la patente de la multinacional. Pese a esto, la dueña de la patente interpuso una medida cautelar que frenó la producción del fármaco, lo que motivó el litigio legal.

El docetaxel es un compuesto oncológico, derivado del taxano e integrante de la familia de los taxoides, sintetizado por el laboratorio Rhone Poulenc (hoy Sanofi-Aventis) a principios de los 80. El docetaxel fue objeto de una solicitud de patente en Francia presentada el 17 de julio de 1986 (FR 2601675) que posteriormente derivó en la patente europea EP 0253738 concedida el 31 de enero de 1990. En nuestro país, atento que los medicamentos no eran patentables en aquél momento, el docetaxel forma parte del dominio público.

En primera instancia se dictó sentencia de condena con fecha 14 de diciembre de 2013. Para así decidir, el Juez recordó que los artículos 208 del Código Procesal Civil y Comercial y 1071 del Código Civil regulan el abuso o exceso en el derecho de obtener una medida cautelar con criterio amplio, incluyendo los perjuicios del pedido efectuado sin derecho y del ejercicio del derecho en forma abusiva. En particular, la regulación abarca "toda la gama de conductas procesales que, desde la temeridad hasta la simple negligencia, ponen de manifiesto que la medida cautelar se utilizó con propósitos extorsivos o para obtener beneficios indebidos u ocasionar molestias inútiles a la otra parte".

Asimismo, el Juez señaló que el artículo 50 inciso 7 del Acuerdo TRIPS requiere que en los casos en que las medidas provisionales sean revocadas o caduquen por acción u omisión del demandante, o en aquellos casos en que posteriormente se determine que no hubo infracción o amenaza de infracción de un derecho de propiedad intelectual, las autoridades judiciales estarán facultadas para ordenar al demandante, previa petición del demandado, que pague a éste una indemnización adecuada por cualquier daño causado por esas medidas.

En relación a los hechos del caso, el Juez sostuvo que Al respecto, se destacó que en la diligencia preliminar solicitada por Aventis, en el incidente de levantamiento promovido por Microsules y en la sentencia de rechazo del juicio de cese de uso de patentes iniciado por Aventis, se probó en forma contundente que Microsules “no comercializaba ningún producto que infringiera la patente de Aventis, atento que su medicamento Docetaxel Microsules contiene fórmula docetaxel anhidro y no trihidrato (que es el objeto de la patente 255.633)”.

Adicionalmente, el Juez sostuvo que Aventis Pharma, al tratarse de un laboratorio que se presenta a sí mismo como líder en investigación y desarrollo, "no debía ignorar la delgada línea que separaba su procedimiento patentado con la variante anhidro que escapa de su protección, circunstancia que era susceptible de generar daños innecesarios".

Fuente: Mirada Profesional Farmacéutica

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